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  • Tiempo de reflexión

    Hace muchos días que no pasaba por aquí…

    No ha sido por falta de ideas, ha sido falta de tiempo (o quizá de motivación) pero, sea como fuere, el calendario ha ido desgranando los días, uno tras otro, imparables, pasando a formar parte de aquello que llamamos pasado.

    Regreso de nuevo, esta vez con el propósito renovado de permanecer más fiel al hecho de tener que explicarle a la pantalla de mi ordenador todo aquello que a él le importa; intentando ver este lapso de tiempo como un periodo de reflexión, como un reposo en el ajetreado camino que me ha tocado vivir los últimos meses.

    Es posible que alguno de vosotros, que me veis a traves de los fisgones ojos de la red, se atreva a comentar mis palabras, y gracias a eso volveré a recuperar mis ganas, no sólo de escribir, sino también de leer lo que los demás escriben.

  • Impresiones y Paisajes

    Muchas veces al caminar por estos sitios de leyendas lejanas observamos parajes solitarios donde nuestra alma quisiera reposar siempre… Tienen el encanto de que pasamos corriendo por sus formas y no nos damos cuenta de sus misterios. ¡Hay estados sentimentales tan raros! Al encontrarnos en un paraje agradable quisiéramos estar en él toda la vida recreándonos en su belleza… Pero nos marchamos sin que ni nosotros mismos sepamos por qué…

    Al viajar van desfilando una serie interminable de cuadros naturales, de tipos, de colores, de sonidos, y nuestro espíritu quisiera abarcarlo todo y quedarse con todo retratado en el alma para siempre, pero somos muy pequeños y sin querer olvidamos. Antes de contemplar una maravilla ya teníamos de ella noticias y fantaseamos su forma soñándola, soñándola hasta hacerla un imposible…, por eso nos vemos defraudados casi siempre al contemplar un monumento del que habíamos oído hablar. Pasamos a través de los campos, a través de las ciudades sin habernos detenido casi nada y nuestros ojos siempre abiertos pretenden retratar todo, y sentirlo todo, pero nos viene el sueño y el cansancio y el hastío.

    Luego, cuando hemos reposado, todas las impresiones se van revelando, una con todo el esplendor que tenían, otras vagamente, confusamente, algo en que los recuerdos tienen tintas de crepúsculo ya casi muerto, una neblina azulada sobre las cosas que vimos… Luego unas impresiones borran a las otras y forman una confusión de la que sobresale algo que nos hizo mucha mella…, una cara de mujer…, una torre con sol…, el mar…

    Federico García Lorca

  • A lo mejor me lo merezco

    Está claro que debo ser un mal chico… Hoy me ha tocado trabajar.

    Mi recompensa ha sido gozar de nuevo (en verano siempre es así) de una ciudad más tranquila y relajada, sin agobios. Otros muchos que tampoco han tenido el día libre, caminaban distinto, como si la media fiesta nos diese un respiro espiritual en la vorágine diaria.

  • Te necesito ahora

    ¿Inspiración? ¿Estás ahí? ¡No te siento!

    Sabes bien que te necesito ahora, así que haz el favor de llegar de inmediato…
    Y sabes también que resulta muy difícil escribir algo original todos los días, ¡caramba!

    Aunque bien pensado, si te tuviese todos los días, lo mejor sería dedicarme a novelista, así quizá ganase algo de dinero.

    • Escuchando: La radio.
  • Ansia de volar

    Últimamente debo estar nostálgico, no se, pero las imágenes del pasado se me presentan con más fuerza que nunca.

    Hace mucho tiempo, cuando yo aún era joven, leí un libro que me apasionó; en aquel entonces ese libro representó para mi algo así como una religión de la que me hice dovoto al instante y, todavía hoy, siempre que algo o alguien intenta abrumarme, pienso en Juan Salvador Gaviota, en sus ansias de volar, en su espíritu indomable, y eso basta la mayoría de las veces para espolear mis propios ijares y seguir luchando.

    Gracias a Richard Bach por escribirlo y al azar por ponerlo en mis manos.

  • La roca y el tren

    Tiempo atrás (unos 20 años) se publicó en españa una revista de Zugarto Ediciones llamada Cacumen. Era una revista de pasatiempos variados: juegos de ingenio, problemas lógicos, etc.

    Había una sección llamada "Los lectores al poder" en la que, lógicamente los lectores, enviaban sus propuestas y, un mes más tarde, se publicaban las soluciones aportadas por los demás lectores.

    Recuerdo con cariño uno que decía algo así:

    ¿Qué ocurriría si chocasen una locomotora imparable y una roca inamovible?
    Tanto la locomotora como la roca son indestructibles.

    Las repuestas fueron diversas, pero una se llevó (bajo mi punto de vista) un merecido elogio de la editorial.

    ¿Te atreves tú que me estás leyendo a aventurar una respuesta?

  • Ego aliviado

    Admito que, cuando alguien se atreve a criticar mis actitudes o mis aptitudes, me siento molesto; sobre todo si no estoy de acuerdo en el motivo (lo que acostumbra a ser casi siempre).

    Cuando el criticador está además en una posición de poder sobre el criticado (o sea, yo), la situación es todavía más irritable porque, en muchas ocasiones, el derecho a réplica está vetado.

    Es en ese momento cuando deseo que algo o alguien me ayude a demostrar que la razón está de mi lado, que la crítica era vana, para que el daño que pretendían hacerme se vuelva en contra… Algo así como que: “el tiempo pondrá a cada uno en su sitio”.

    Y si ocurre, entonces, que gozada, que placer… Lástima tener que reprimir el impulso de girarme y decir: ¡Lo ves, no teníais razón! (y si me había tocado mucho la moral, añadir algún calificativo me produciría una sensación de alivio difícil de explicar)

    Bueno, pues me ha ocurrido hace poco, y ahora mismo desearía que todas y cada una de las personas que fueron tan críticas, tan desagradablemente ácidas conmigo, leyese ésto y se enterase de lo que pienso.

    No voy a cometer la torpeza de intentar abrirles los ojos, seguirán ciegos porque no quieren ver, pero una sonrisilla malvada y cierta sorna cuando hable con ellos, no me la quita nadie, al fin y al cabo soy humano.

  • Sonreir a la vida

    Quisiera sonreir a la vida, pero no puedo.

    Me lo impide el profundo desgarro del alma, abatida por quimeras traidas de sueños a una realidad imposible; la oscura tristeza del corazón, destrozado por castillos de aire con azar de naipes; el ensordecedor lamento de la lágrima que resbala por tu mejilla para morir en mi boca.

    Quisiera sonreir a la vida pero no puedo.

    Quizá deba entonces, sonreir a la muerte.

  • Noticias esperadas

    Hoy he recibido una noticia. Sí, era una noticia esperada, pero aún así me ha sorprendido.

    Es la noticia de una nueva meta laboral, un aliciente para seguir luchando por superarme un poco más. A pesar de que creo estar preparado, no deja de provocarme cierta ansiedad, como si fuese mi primera vez, no es miedo, pero se le parece.

    ¿Será posible continuar superándose todos los días, o se acabará el fuelle alguna vez?
    Sólo se que voy a intentarlo, nunca dejé que un reto me superase y éste no va a ser diferente. ¡Lo conseguiré!

    Me gusta qué a pesar de los años, todavía consiga ilusionarme con el trabajo, y lo que más me ha gustado esta vez es que quizá consiga ser profeta en mi tierra, al contrario de lo que dice el refranero popular.

    Seguirá…

  • Declaración de intenciones

    Creo que voy a intentar escribir algo todos los días, aunque sólo sea para demostrarme a mi mismo que soy capaz de imponerme una disciplina; y conseguir el ritmo y la cadencia necesarios para que los post mejoren en calidad y no sean meras banalidades que a nadie interesan.

    Tal vez sean tan insulsos porque soy un ser introvertido, incapaz de exponer a los demás mis verdaderos sentimientos, no se, quizá lo averigüe con el tiempo.